La lipoescultura es una cirugía encaminada a equilibrar nuestra figura, eliminando el exceso de grasa de aquellas zonas con tendencia a localizarse. Sus resultados son permanentes siempre y cuando mantengamos el mismo peso previo a la intervención. ¿Cómo reacciona nuestro cuerpo ante una gran variación de peso después de la liposucción?
Uno de los miedos más comunes que se presentan cuando sopesamos someternos a una liposucción es que con el paso del tiempo se pueda volver a coger peso y desaparezcan los resultados de la cirugía.
Lo primero que hay que saber es que los resultados de la liposucción si son definitivos siempre y cuando no se produzcan grandes variaciones de peso. Los resultados de la cirugía no pueden ser extensibles a las transformaciones que nuestro cuerpo sufra a posteriori.
El procedimiento puede variar en función de la técnica de modelación corporal empleada, pero básicamente la liposucción consiste en introducir una cánula en la zona o zonas a tratar -en caso de que sea una lipoescultura- que diluye y absorbe los tejidos grasos responsables de la grasa localizada.
Al eliminar las células grasas responsables de estos acúmulos, la grasa no puede volver a acumularse en esta misma zona, pero esto no quiere decir que una persona que gane una cantidad considerable de peso tras la liposucción no pueda volver a engordar.
Para entender esto es necesario tener en cuenta que nuestro cuerpo almacena tres tipos de tejidos grasos. La grasa visceral -localizada en el abdomen-, recubre los órganos y está ligada al riesgo de enfermedades cardiovasculares; la grasa subcutánea o periférica, -almacenada en las extremidades- se acumula por debajo de los tejidos de la piel y y es la grasa que eliminamos con la liposucción; y finalmente, la grasa intermuscular.
Al realizar una liposucción estamos destruyendo la estructura de las células grasas subcutáneas. Es por este motivo por lo que no puede volver a acumularse grasa en esas zonas y en caso de un aumento de peso significativo, son más resistentes que otros tejidos grasos como la grasa visceral.
Esto quiere decir que si no nos mantenemos en el mismo peso previo a la liposucción, la grasa que antes acumulabamos en la capa periférica puede ser reconducida por nuestro cuerpo hacia las células grasas viscerales, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes o patologías cardiovasculares ligadas a un exceso de este tipo de lípidos.
La liposucción no debe ser entendida en ningún caso como una alternativa a una vida saludable ni como un método para perder peso y adelgazar permanentemente. Es más que recomendable, por no decir indispensable, seguir una rutina de ejercicios y una alimentación equilibrada a base de proteínas, carbohidratos de alto valor nutricional y grasas insaturadas antes y después de someterte a una lipoescultura.
A continuación os dejamos un explicativo donde el Dr. Fernandes, médico y cirujano estético, aclara las dudas sobre la posibilidad de engordar tras una liposucción
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